Transfuguismo alimenticio

En primer lugar, felicidades a todas las Maria Pilares, Pilares, Mari Pilis, Pilis, Piluquis, Pilongas y cualquier derivado.
Gracias a ellas, ayer había montada fiesta (o verbena como dice el gañán) en el Barrio del Pilar. Y como Applewhat vive al lado al pues se montó la quedada para estar por allí. Empezamos como siempre charlando del lo mal que nos tratan en el curro, de los jefes que no saben hacer nada y van de chulescos, de la gente que te entrevista sin tener ni papa, y todas esas mandangas.
Pero luego sucedió lo inimaginable: Se acabó el Brugal. Así que hubo que bajar abajo, a los chiringuitos para, a la vez que nos integrábamos en la sociedad barriopílica, comer algo y seguir desahogándonos a gusto. Que hay gente que se lo calla, pero con la cerveza en la mano cantan como ruiseñores.

Así se disfruta de una verbena, que lo sepais

Una vez abajo, fuimos a los chiringuitos de las agrupaciones políticas, comprobando que estaban perfectamente alineados. Estaba el PP, a su izquierda el PSOE, y a la izquierda del todo, IU. ¿Casualidad? No lo creo...
Al tema, la cosa es que fuimos a IU porque habíamos quedado con más gente que ya estaba allí, y cojimos las cervezuelas. Pero los bocatas... no sé, los alimentos que se iban a alojar entre el pan estaban a la vista y digamos que parecían haber vivido tiempos mejores. Así que nos pasamos al PSOE, pero había mogollón de cola para pedir, así que nos pasamos al PP. Y allí nos pillamos los bocatas, que con la cerveza comunista entraban la mar de bien. Y es que uno puede tener las ideas que quiera, pero si hay hambre y al de lado te da un buen bocata y una Mahou...

2 comentamientos:

Anónimo dijo...

Buena crónica de la noche, a la que le faltan dos detalles, a saber:

1.El Brugal siempre se acaba, es una de las pocas grandes verdades que no requieren discusión, a no ser que la acompañemos con copita, que entonces lo discutimos.

2.Hay que recordar también al punki de la vieja escuela, que según delante de qué caseta estábamos nos increpaba, abrazaba o simplemente hablaba sin darse cuenta de que éramos los de hace cinco minutos en la otra caseta.

Anónimo dijo...

En honor a la verdad hay que decir que hubo alguno(a) que no se despegó de su chiringuito en toda la noche. Hay que tener las ideas claras hasta para tomarse una cerveza.

Gran detalle el del punki que en la caseta de IU quería ser nuestro colega y en la del PP quería atacarnos lanzando objetos contundentes, con bastante poco éxito, la verdad. Vaya pedo que llevaba.