La nochewiieja

Últimamente me está tocando cambiar de actitud ante muchas cosas, una de ellas es la de los planes improvisados. Siempre que ha habido un viaje, quedada o cualquier cosa que requiriera preparación previa ya estaba yo ahí una semana antes dejando todo atado para que todo el mundo estuviese enterado y con todo planificado y listo. ¿Qué conseguía? Pues que cualquier mínimo desliz y salida del plan original hiciera que todo se fuera al garete o al menos, que me sentara bastante mal.
Pero de un tiempo a esta parte he visto que los planes son como el agua esa de Bruce Lee. Si planeas una quedada la gente se acaba poniendo de acuerdo aunque sea a tus espaldas y sale bien la quedada, si planeas un viaje todos acaban comentando la jugada y cubriendo los posibles problemas más incluso que si se preocupara uno solo, y sale bien el viaje...

Pues esta nochevieja ha pasado lo mismo, tras preguntar en Noviembre, a principios de Diciembre e incluso días antes de Navidad por algún plan chulo para la primera madrugada del año y recibir una respuesta nula, no me preocupé. Si la gente quiere salir, algo surgirá y nos lo pasaremos bien.

Ya que aún no hay imagenes de lo que pasó, os pongo lo que no pasó


Efectivamente, el viernes 29 a las 15h recibí una llamada que me invitaba a una fiesta a 50 kilómetros de mi casa. En la recién estrenada Elenahome (se pronuncia Elenajoum, casi como su co-dueña). La idea era mostrar el pedaaazo de casa, habitable desde hace solo unos pocos días, y celebrar el feliz acontecimiento de esa habitabilidad con una fiesta. Y que mejor excusa para dar una fiesta que dar la bienvenida al 2007. Como no podía ser de otra manera, aún más invitado que yo estaba la wii. Que resultó ser bastante protagonista.
A las tres estábamos allí, y a las tres y media tras ver la casa (Sí amigos, hace falta media hora para ver la casa. ¡Incluso tiene habitaciones con eco!) procedimos a enchufar la consola. Como cada vez que un bolo no caia, o la bola se quedaba a centímetros del hoyo, o rebotaba en la tronera todos exclamábamos "¡UUyyyyiiii!, ¡Uuuuyyyyy!" llegamos a la conclusión que así fue como le pusieron el nombre a la consola. Desde luego "¡Wwwuiiiii!" fue de lo que más se dijo esa noche.
A las nueve de la mañana tras un exquisito chocolate, de vuelta al hogar a dormir. Y es que quién necesita una macrofiesta, pudiendo pasar la noche jugando, hablando, cantando y disfrutando de la compañia de gente así de guay.

2 comentamientos:

Anónimo dijo...

Realmente la Wii hace amigos ella sola o.O XD

sorrimus dijo...

dioooos!!!que yo tambien pase una wii-noche en el chalet del christian con una taja del copon y el wii sports!!!jajaja,que vicio jugar al golf borracho.que bien se apunta!