Vueling, que es gerundio

Lunes de nuevo. Ya llega la rutina del traje, la corbata, el teléfono y el eMail. Pero hoy todo se hace más llevadero, porque puedes llevar tu mente apenas 48 horas atrás y recordar momentos maravillosos. Y es que la visita a Lisboa ha sido agotadora pero genial, la verdad es que parece dificil disfrutar más en tan poco tiempo.

Y eso que empezó la cosa complicada, porque cuando tras muchas vueltas al tema acabamos resignándonos a ir hasta el aeropuerto en Taxi, no sabíamos que precisamente esa noche iba a declararse en (justa) huelga el colectivo del taxi madrileño. Así que tocó despertar a la familia a las cinco de la mañana para pedir apoyo logístico, y mucho correr mucho correr, para que luego vueling nos retrasase el vuelo hora y media.

Un viaje de estos te deja patas arriba

Eso sí, luego todo como la seda. El hotel una pasada -solo el minibar era más grande que el apartamento de Amsterdam entero-, un día primaveral casi veraniego, poca gente en los sitios y mucha suerte al elegir los lugares para comer.
Las 26 horas de visita dieron para visitar Belem, Alfama y ver atardecer desde el Castillo de Sao Jorge, un paseito en el "eléctrico", un paseito en el metro lisboeta y unas (demasiado pocas) horas de sueño antes de un desayuno de espectacular buffet y de carrera hasta el aeropuerto. Para cuando llegamos ya nos estaban llamando por megafonía.

Una vez más se cumple la máxima de que cuanto menos preparas algo, mejor acaba saliendo. La pega es que para disfrutar de estos días tienes que sacrificar días de descanso, y de vez en cuando apetece tener un día de siesta perpetua. Este fin de semana tampoco toca, porque ya tengo otro viaje planeado.
Esto del Carpe Diem es de lo más agotador. ¡Pero me encanta!

3 comentamientos:

Brie dijo...

Claro que sí, hombre :D los mejores planes son los improvisados, pasa lo mismo con las cenas y las salidas por ahí, te lo pasas mejor el día que menos te lo esperas... pon alguna fotico más, anda, remolón :D

Ucedaman dijo...

Alguna foto más pondré, no temas. ¡Además aún os debo las de Amsterdam!

Anónimo dijo...

Sinceramente me sorprende como consigues seguir de pie con tanto vuelo y sin descanso... ¿¿10 cafés al día?? :D