Aserrando

Amanece entre las montañas de la sierra de Madrid, y la primera luz de Julio empieza a llenar mi hotel. Cuando termine de escribir esto bajaré a atracar el buffet, y a continuación asistiré a la parte final de las sesiones de "adoctrinamiento" que me han traido hasta los pies de Navacerrada.

No es que me haya apuntado a una secta, o al menos no a una nueva. La cosa es que en mi curro consideran que ya soy lo suficientemente "fiel" como para incluirme en el programa de "manejo del desempeño", que es como se dice "pasta por objetivos" en idioma consultoreño. Para que apreciemos más las bondades de afiliarnos al programa, nos traen un par de días a la sierra.

¡Ya tengo un montón de judías igualitas al lider!

Además de a amar mucho a nuestro lider, nos han enseñado que todo es muy bonito, que no hay casi excepciones y que podemos confiar en que la empresa lo hace todo muy bien y para nuestro beneficio. Ahora bien, lo que no tengo claro es si alguno de los presentes se lo ha terminado de creer. Y es que sobre el papel, la posibilidad de que tú mismo marques tus metas para el año, seas recompensado si las cumples y además esto te garantice una valoración objetiva es muy bonita. Pero basta con hablar con la gente que ya forma parte de este programa para ver que la realidad es otra.

En cualquier caso no suelo hablar de curro, o al menos no tan explícitamente así que dejaré el tema ya. Lo que no quería dejar de contaros (por si alguien es de esos envidiosos que no sabe sobre quien posar su resquemor) es que en estos dos días he convivido con un grupo de gente genial, nos hemos reido muchísimo, hemos disfrutado de ¡LA BARRA LIBRE QUE PAGABA LA EMPRESA! (cosa muuy poco habitual) y hemos conseguido dormir fresquitos a la falda de la montaña.
Igual el tema este de los objetivos no es lo mejor, pero mejor que nada es, y después de todo lo que se lo han currado da cosa decir que no...

2 comentamientos:

Brie dijo...

Cuando trabajaba en la Mutua hacían lo mismo con nosotros, nos juntaban en el Hotel Melià de Sitges y nos pasábamos el día escuchando autobombo y mensajes sacados de libros como el del queso, un horror... ahora, cuando llegaba la noche, la barra libre resarcía todos los males y nos hacía olvidar el lavado de cerebro :D

Anónimo dijo...

Juas, que molón :D

Yo me voy a finales de mes a Alemania a ser adoptrinado también... :S