Miedo al miedo

La semana pasada, el viaje a Alicante tuvo un componente del que no os había hablado. Por lo irrelevante del hecho, más que nada. Aún diría más. se podría decir que ni siquiera fue un hecho. Es precisamente eso lo que hace que merezca un hueco en el ventanuco, como algo que no existe se hace protagonista durante unos instantes.

Del vuelo que me llevó la pasada mañana no recuerdo el número, pero sus letras eran JKK. A poco que veais la tele ya sabreis de qué aerolínea estoy hablando (De hecho creo que incluso lo llegué a decir aquí, ahora que lo pienso...). El tema es que este vuelo valía la mitad que un vuelo de Iberia que salía media hora después. E iba prácticamente vacío.



Resulta muy fácil tener miedo, basta con tener un susto una vez para que algo que has hecho 1000 veces se convierta en actividad de riesgo. Y recuperar la confianza es mucho más difícil. No voy a negar que me dió mal rollo el tener que coger ese vuelo y no cualquier otro, pero si se racionaliza un poco la situación todo es normal. También debo reconocer que me alivió que el avión fuera de SAS en lugar de Spanair. Y el hecho que la pista por la que despegamos fuera la 36R y no la 36L ¿Pero porqué?

Odio que este tipo de sensaciones o pensamientos me asalten de vez en cuando. Si las posibilidades de que ocurra algo como lo que ocurrió en Agosto son remotas ¿cuales son las posibilidades de que vuelva a ocurrir? Pero por más que lo tengo claro cuando lo pienso en casa, luego llega la hora de la verdad y no puedes evitar pensar en el hecho, en mirar a los auxiliares de vuelo con otros ojos... 
No hay nada peor que tener miedo, algo así de irracional sólo consigue que no actues con libertad cuando es necesario. Si hay algo a lo que temer es al propio miedo.

1 comentamientos:

Anónimo dijo...

Y es que el miedo al miedo es el miedo más profundo que podemos tener... Y si encima tocamos algo tan básico como la supervivencia, párate a gritar :S