Cenas y escenas

¿No os ha pasado nunca que por casualidades de la vida, o alguna ley de Murphy caprichosa, cosas que no has hecho jamás, de repente se convierten en cotidianas durante una temporada? Por ejemplo, cuando nunca has oído nada de un cantante y un día le oyes en la radio, en la tele, en el hilo musical del super y en el móvil de alguien en el metro. Pues algo parecido me ha pasado a mí con las cenas esta semana.

El viernes pasado se fraguó una cena navidaña entre amiguetes, y el lugar democráticamente elegido fue un restaurante griego. Se llama Milos y está en Francisco Silvela 30 (Madrid). Resulta que además de una excelente cocina a precio razonable y una buena bodega, a la cena le añaden espectáculo de danzas tradicionales Helenas. A lo largo de la cena, de vez en cuando una pareja aparecía en el centro del local y se marcaba unos sirtakis. Espectacular, gratuito y entretenido.



Al día siguiente, el plan de cebado navideño incluía otra cena con otra vertiente de amiguetes. Esta vez el plan era ir al restaurante terrorifico del Parque de Atracciones, pero al parecer lo están reformando y hubo que buscar otra cena espectáculo en la ciudad. Acabamos en un sitio llamado Marujeando, cerca del centro. La cena era precocinada, simple y de menú cerrado y escaso. Y con el postre y el café cobrado aparte.

El menú se interumpía de vez en cuando con un entremés de comedia protagonizado por la familia que "regenta el local". Actores dan vida a un grupo digno de Almodovar, una madre alcoholica, una hija drogadicta, un hijo gay con pluma, una criada rumana y ninfómana... Los sketches tienen las gracias contadas (aunque las tienen), y en general, el entorno y espectáculo es cutre. Medio en broma medio en serio. ¡Hasta se celebra una partida de Bingo!
La cosa es que esta segunda cena costó más que la otra, y al haber sido tan seguidas se hizo patente una vez más, que las comparaciones son odiosas...

3 comentamientos:

Anónimo dijo...

¿Ese es el sitio donde luego rompes los platos?

Ucedaman dijo...

@Altea: En lo que estuvimos allí nadie rompió nada, y parece demasiado pijo para hacer algo así, pero la verdad es que no sé. Igual es solo si pides algún plato en concreto o en celebraciones... Ni idea, sinceramente.

Brie dijo...

qué lúdico-festivo te estás volviendo :D