Mercadotecnia

El día de hacer la compra de esta semana ha caído hoy, y la verdad es que ha sido de lo más interesante de lo que va de semana, así que es lo que toca en el post de hoy.

La cosa ha cambiado mucho desde que desde menos de un metro de distancia del suelo veía a mi madre hacer la compra. En aquellos tiempos si iba al mercado era porque caía bien a la de la repostería y me daba galletas de gratis.
No solo las galletas eran una motivación. También estaba lo de jugar con los cangrejos de la pescadería, el huevo kinder que de vez en cuando me compraban...

Lo que estaba claro es que al asunto de las transacciones comerciales en sí mismas no le hacía ni caso.

Lo de ir con carrito y no cargar con bolsas es un inventazo...


Ahora soy yo el que hace la compra, y cuando tengo que elegir entre Añojo 1ª y Falda me quedo mirando con cara de tonto, no sé diferenciar las naranjas de mesa de las de zumo, soy un desastre calculando las cantidades... Parece una tontería, pero lo de hacer la compra también es un proceso de prueba y error. Y sigo aprendiendo.

Afortunadamente, ya le voy cogiendo el truquillo. Hace tiempo que no tengo que tirar comida de la que he comprado de más y se me pasa de fecha. Siempre hay hueco en la nevera, pero a la vez está servida ante cualquier eventualidad. Y además, controlando el gasto, Alipende y Hacendado me dan tan buen servicio como Danone o El pozo...

Una vez a la semana me toca hacer la compra, hace un año me llevaba una hora y ahora lo apaño en 20 minutos y cada vez más convencido de lo que hago. Pero nadie me regala galletas.

4 comentamientos:

Anónimo dijo...

Pequeño padawan, algún día llegarás a mis niveles de entrada y salida raudos y veloces, dos veces por semana xD (11 años haciendo la compra de subsistencia dan de sí).

Y sí, Hacendado da buen servicio... ¡¡pero odio al niño de la marca!! ¬¬

Anónimo dijo...

Suena a rareza, pero confieso que a mí me encanta ir al supermercado, mirar las cosas tranquilamente, los componentes, qué sale mejor de precio...disfruto con eso, qué le vamos a hacer, hay cosas peores, hay a quien le gusta planchar.

Brie dijo...

A mi también me mola :D lo que ODIO es hacer las colas llenas de carros rebosantes, dios mío, tanto come la gente???

Anónimo dijo...

Yo odio cuando hago una compra grande y la cajera me pasa las cosas to rápido y no me da tiempo a meterlas en bolsas, y ella te mira como con desprecio, como diciendo "Ja, vaya lentitud" y se pone a hablar con la cajera de al lado. Claro guapa, si yo metiera mi compra en bolsas mediante un lector scaner, también volaría.