Pues son ellos los que me han adoctrinado un nuevo término al parecer muy usado en Galicia, el que da titulo al post, la Fame negra.
Tener una Fame negra no es ser fan de Leroy y los suyos, sino tener mucha hambre. Y creo o que el termino viene que ni pintado para lo que os quiero contar hoy, aunque muchos sereis patchifans (y si no lo sois, deberíais) y habreis visto que os ha contado más o menos lo mismo, pero ¡que conste que no nos hemos puesto de acuerdo!
Como esta, pero negra
La cosa es que aunque tod@s me digais que estoy bien, objetivamente de noviembre para acá he subido 11Kg. No es que antes estuviera en mi peso, pero no me sentía tan torpe como ahora, y tenía dos michelines menos. Así que haciendo gala de ese espíritu de cambio que se impone en estas fechas, aprovecho que vuelvo a tener que comer en el autoservicio de la oficina para controlar lo que como. Y pese a las quejas de mi principal alimentadora y madre, también a cenar menos. Resultado: tengo un hambre que no veo.
De comer dos señores platos y con pan, he pasado al pavo con ensalada y de postre un yogur. De cenar un cuenco de gazpacho y algún tipo de rebozado he pasado a simplemente el gazpacho. Y en cuanto me acostumbre a comer un poco menos pasaré a desayunar solo cereales, un desayuno perfectamente válido y lejos de esa perdición llamada croasán plancha.
Más o menos lo llevo bien, bebo más agua para engañar al estómago y no siento ganas de picar entre horas. Espero que sea el primer paso para despedirme de la barriga, ya os contaré.
3 comentamientos:
Mucho ánimo con esos buenos propósitos y si me lo permites un consejo: 5 comidas (manzana a las 12.00 y a las 17.00 h.). Está muy visto, no apetece, pero funciona.
Gracias anónimo.
Lo que dices tiene todo el sentido del mundo. Ya lo decían los romanos:
"Man-zana in corpore zano"
Ánimo, Ucedaman. Yo llevo toda la vida a dieta y lo único que he conseguido es darme cuenta de que las dietas no sirven para nada. Tenemos que cambiar nuestros hábitos alimenticios. ¡Ah, y hacer ejercicio!
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