Apartando el velo

Últimamente estoy/están teniendo buen ojo para los libros que leo/me regalan. Cada vez que me termino uno me quedo con la sensación que ya tengo en mí un trocito de literatura que merecerá ser recordada por las generaciones venideras. A lo mejor es porque todos giran en torno de eventos bélicos. "Vida y Destino" de Vasili Grossman (pronto llegará el resumen a sus pantallas), "Un día de cólera" de Perez-Reverte, y ayer Persépolis, la novela gráfica de Marjane Satrapi.

Para el que no lo sepa Persépolis es un cómic íntegra y únicamente dibujado a rotulador negro, en el que la autora cuenta su adolescencia en Irán entre los años 1979 y 1991. O lo que viene a ser lo mismo, los años de la revolución Islámica, la guerra contra Irak y la 1ª Guerra del golfo. La historia está dividida en cuatro partes, y es así, por separado, como fue publicada inicialmente.


Como veis, el dibujo es bastante regulero, pero lejos de empeorar la obra, le da un el toque que necesita. Hace que verdaderamente parezca la historia de una niña de 10 años que dibuja lo que le pasa. Y el hecho de que no haya nada de color a medida que vas pasando las páginas no hace si no acrecentar la sensación de austeridad y monotonía que el relato te transmite.

Respecto al transfondo moral que me deja, pues me reafirma en que los extremismos no valen para nada, en que la religión muchas veces no es más que una excusa para imponer la voluntad de unos pocos y en que la mejor manera de vivir es ser fiel a lo que eres y a lo que crees. Marjane Satrapi demuestra en cada viñeta un valor y una convicción admirable, con una sinceridad conmovedora y sin pelos en la lengua. Y sin velos.

2 comentamientos:

Anónimo dijo...

Sin duda te estás volviendo un ser tremendamente culto ;)

Anónimo dijo...

Gran gusto, oiga.

Por lo de originalmente en cuatro partes adivino que tienes la edición en un solo tomo que han sacado por la peli y que me pone los dientes largos cada vez que lo veo porque mi Persépolis es el de 4 tomos de tapas mucho más reguleras.

Otros cómics que te pueden gustar después de leer este son "Maus", sobre la vida del padre del autor en un campo de concetración nazi, y "Arrugas", sobre la vida de unos vejetes con sus problemas de memoria en un asilo.