A cualquier cosa le llaman Heavy...

Últimamente las calles se han llenado de anuncios de Nokia, promocionando su dispositivo para escuchar música que además puede llamar y mandar mensajes como un móvil.

Igual el cacharro merece la pena, pero, creo que el eslogan y la imagen elegida como que no concuerdan mucho.



Como que no veo yo a la Amaia en un concierto de Manowar, fíjate...

Carretera abajo

Para no dejar libros a medias durante el periplo nipón, ni picarme con alguno y verme obligado a acarrearlo para amenizar las 30 horas de vuelo que me esperan, hace unos días cogí uno de los finitos de la estantería de pendientes. Y me lo he terminado justo a tiempo. Se trata de "La Carretera" de Cormac McCarthy.

La carretera es la ruta que un padre y un hijo han de seguir en su viaje hacia el sur. La carretera atraviesa montañas, ríos, campos y ciudades, pero en ninguno de ellos existe ya vida. La carretera está rodeada a izquierda y derecha por ceniza de un mundo calcinado por razones que no vienen al caso. La carretera la recorren hombres y mujeres sin esperanza que sólo tratan de sobrevivir en un mundo devastado, en el que no queda rastro de vida, y mucho menos, rastro de civilización.


Pese a su delgadez, la carretera es un libro denso. Está escrito a base de párrafos breves y concisos, que disfrazan los diálogos de monótona narración. Ésta manera de ir desenrollando poco a poco la historia va embaucándote y te mantiene deseando saber más y más. Tiene partes "disney" como yo digo, en las que los personajes se salvan milagrosamente, pero el tono de desolación es tan enorme que se agradece que el autor ilumine la novela con tenues rayos de esperanza.

No he leido ni visto adaptaciones de la obra de Cormac McCarthy (Todos los caballos bellos o No es pais para viejos), pero al parecer suena a nobel de literatura y precisamente por "La Carretera" se llevó un Pulitzer. La verdad es que creo que estamos ante un libro que hay que rumiar un poco entre su finalización y su opinión. Aún no sé si es un relato decadente, o una metáfora de la fragilidad del hombre... lo que tengo claro es que no deja indiferente, y quizá es eso lo que hace bueno un libro.

Yenito de ganas

El momento es inminente. Parecía que no iba a llegar nunca, pero gracias al ajetreo de las últimas semanas el mes de Marzo se está pasando como un tiro. Con la tontería el calendario ya marca 23, que está prácticamente al lado del 27. Y el 27 está señalado con un avioncito y un sol naciente.

Esto ya es la auténtica cuenta atrás. Ya hay que dejar aparte la ropa que me quiero llevar (poca, ya que la idea es llevar la maleta vacía y traerla llena), buscar el pasaporte, asegurarse de que todo está en regla, imprimirse los billetes, confirmaciones de reserva, etc. etc... Vaciar las tarjetas de memoria de la cámara, poner las baterías a cargar. Cambiar los Eureles a Yenes...

Yenito de Yenes

A veces el problema de los preparativos de éste tipo de viajes es que se quedan cortos. Es algo tan grande que intentas tener hasta el más mínimo detalle cubierto, y el cuerpo te pide mirar y remirar todo. Sin embargo, cuando te pones a ello, descubres que en realidad los preparativos no son tantos, y lo único que consigues es tener un manojo de nervios que no sabes en qué gastar.

Otra cosa que no sé en qué gastar son los yenes. Tengo claras algunas de las compras que haré, pero de otras estoy bastante perdido. Acepto consejos y sugerencias, y puede que incluso alguna petición si no es muy cara e inaccesible. Se aceptan hasta el jueves por la noche, que el viernes cojo el avión (y no lo suelto hasta el sábado).
Voy a tomarme una tila y a la camita, a repasar una vez más todo lo que hay que preparar. O quizá no me vaya aún a la cama, y así me voy anticipando al Jet lag...

Un toque de Irlanda

Hoy ha sido 17 de marzo, día de San Patricio. Como por culpa de House no he tenido tiempo de montar el pase de fotos del desfile de hace exáctamente un año en Dublín, recurro a otra de las maravillas que Irlanda nos concede al mundo.

Porque si bien Irlanda es conocida por la Guinness, los tréboles y las pelirrojas, su tradición musical es quizá una de las más ricas del mundo a mi parecer. Y una cuna sin fin de artistas como U2, Cranberries, Enya o The Corrs...

El último descubrimiento es The Script


El single de presentación es de lo mejorcito que he escuchado en este estilo últimamente, pero es que se atreven con mucho más:


Así que si no os han horrorizado recomendaciones anteriores leídas por aquí, quizá querráis dar una oportunidad a estos hijos de la isla esmeralda...

Pensando en la calle

¡Corred! Sólo teneis hasta este domingo para ir al CaixaForum de Madrid a ver las esculturas de Auguste Rodin que decoran el exterior del mismo.



Merece la pena ir cámara en mano.

Malabares con el tiempo

Mira que me me resulta molesto lo de dejar días sin escribir. En ocasiones es decisión mía, hay días aburridos en los que no pasa nada reseñable, )o nada que quiera reseñar :P) y llega la noche y no se me ocurre nada con qué llenar la hoja en blanco. Lo que me fastidia es pasar el día pensando en lo que escribiré antes de acostarme, y que luego el cuerpo no me deje escribir.

Esta semana ha sido de las que tranquilizan en estos tiempos de crisis. Si por un instante el miedo a quedarme sin trabajo hubiera pasado por mi mente, la ingente cantidad de cosas a hacer esta semana ha despejado cualquier duda. De hecho, empiezo a pensar que si la gente no tiene trabajo es porque lo tengo todo yo (Bueno, y Mangamon que tiene 3 curros). Así que he llegado a casa y he hecho transbordo casi directo a la cama sin querer saber nada del mundo.


Precisamente hoy leía entre las Ondas de la superficie del ser, que cuando dejamos de hacer algo que deseamos, por algo que nos imponemos, estamos desperdiciando un ratito de vida. Estoy completamente de acuerdo. Los ratitos en compañía de amigos, escribiendo en el blog, o en definitiva haciendo lo que nos gusta, son mucho más satisfactorios que los que dedicamos a descansar sin más. Un buen ejemplo de ésto son mis vacaciones, puesto que siempre que me cojo días es para hacer un viaje, y nunca para estar simplemente descansando.

Sin embargo, por delante de lo que el cuerpo nos pide, está lo que el cuerpo nos impide, y a mí esta semana el agotamiento físico y mental no me ha dejado más que publicar tres de los cinco días laborables. Sé que no es necesario que me justifique, que no tengo ningún tipo de SLA ni nada parecido, pero creo que en el fondo es que os echo de menos cuando no puedo "compartir" mi cachito de día con vosotros. De hecho si no escribo los fines de semana es porque lo conmparto en el Mundo Real.
Espero que la próxima semana vuelva a ser dueño de mi tiempo, que hay mucho que contar.

El inglés es muy fácil

Basta con poner el adjetivo antes del nombre*
Importante también tener la precaución de poner la tilde inglesa en lugar de la española. Aunque al ojo no experto parecen iguales...



* Si lo del año es anual, y lo del mes es mensual, lo del día...

Pocas luces de Septiembre

Con esto del viaje a Japón (ya casi inminente) aparqué el tema de la lectura en el tren para centrarme en el estudio turístico previo de lo que iba a ver. Tras no se cuantas semanas empollandome la guía, la he dejado de lado para evitar la niponsaturación y retomar el libro que dejé colgado. Esta vez se trata de "Las luces de Septiembre" de Carlos Ruiz Zafón.

En la Normandía de los años 30, una familia se traslada a un pueblecito, en la que la madre -que cuida sola de sus dos hijos adolescentes- trabajará como ama de llaves en la mansión de un excéntrico juguetero. Mientras, la hija mayor, conocerá a un joven pescador local, que le mostrará lo hermoso de la bahía que rodea el pueblo y otros placeres. La tranquilidad que se respira en el pueblo se ve truncada una noche, en la que un asesinato en los bosques que rodean la mansión, hace que sucesos inexplicados del pasado vuelvan a la superficie.


Se supone que este es el tercer libro de los tres que escribió Ruiz Zafón en su adolescencia, junto a "El príncipe de la niebla" y "El palacio de la medianoche". Y el juicio es parecido. El autor vuelve a revisitar sus temas favoritos, las estancias arquitectónicamente temibles, las historias de ahogados y por supuesto, las estatuas que dan mal rollo. Además, tras este libro llegó "Marina" en el que vuelve a repetir los mismos elementos, aunque esta vez con mucho más arte.

Sin embargo, en "Las luces de Septiembre" lo único que se encuentran son tópicos de la literatura del género, autoplagios a su obra anterior, situaciones de desenlace previsible y salvaciones in extremis que no resultan creíbles. Sé que el propio autor pide disculpas en el prólogo por la poca calidad del volumen, así que no hay nada de lo que quejarse, pero esperaba al menos la talla de los dos tomos precedentes y no es así. Si queréis una historia similar pero más madura, leed "Marina" del mismo autor. No os defraudará (o al menos no tanto)

Watching the Watchmen

Al final la quedada salió adelante y años después, volví a asistir a un estreno. Y no de cualquier manera, sino en la pantalla más grande de Madrid y en formato digital. El viernes a las 22:45, la espera tocaba a su fin y Watchmen empezaba puntualmente...

Corre el año 1985, pero el mundo no es cómo lo fue en nuestro 1985. EE.UU. ganó la guerra de Vietnam y la escalada en la guerra fría ha llevado a americanos y soviéticos al borde de la guerra nuclear. En este presente alternativo, han sido protagonistas los "vigilantes", personas que decidieron tomarse la justicia por su mano preservando el anonimato mediante máscaras. El comediante, miembro de un grupo de estos vigilantes, es asesinado brutalmente, y las pesquisas que sus ya retirados compañeros llevan a cabo apuntan a que hay un asesino de vigilantes suelto.
Mientras tanto, el holocausto nuclear parece cuestión de horas.



Watchmen, el cómic es una obra creada a medias entre Alan Moore, que puso el guión y Dave Gibbons, que puso los trazos en las viñetas. Creo que hay que tener en cuenta esta dualidad para opinar de la película. La de Zack Snyder es una de las mejores adaptaciones Comic → Cine que se han hecho. El talento del director de 300 para plasmar viñetas en la gran pantalla es abrumador. Visualmente Watchmen la película es impecable. La atmósfera, los detalles... cada uno de los segundos del metraje aparece en lo dibujado por Gibbons (salvo el taparrabos del Dr. Manhattan, que se ha perdido por el camino). Aunque a ratos la peli parece una de John Woo, el resultado visual es tan magnífico que se le perdona.

Ahora bien, desde la perspectiva de lo escrito por Moore el balance es otro. Si bien es cierto que el 90% de el guión está transcrito literalmente del cómic, la película se estrella con algo tan inmenso que era imposible verlo. La historia de Moore, es demasiado para una película. El argumento del cómic está tan exquisitamente tejido y tan bien ornamentado que la adaptación a la pantalla sólo tiene dos caminos: No incluirlo todo y decepcionar, o incluirlo todo y resultar demasiado densa. Aquí se ha optado por la B.
Leer un monólogo es fácil. Leer uno tras otro también si están bien escritos, pero ir al cine a escuchar un monólogo tras otro durante tres horas puede acabar con una de las premisas básicas de cualquier película. Y es que debe entretener.

Watchmen es una película de 9'9, y al verla se pone de manifiesto que el cómic está muy por encima del 10.

A veces menos es más

Febrero es el mes más corto del año, así que es lógico que sea el que menos entradas tiene, y menos visitas y todo eso. Sin embargo, pese a ello se ha escrito lo mismo que la media del año pasado en meses más largos, así que me doy por satisfecho.



En estos 28 días ha dado tiempo a google a recibir 160 búsquedas que consideraba relacionadas con el blog. De las cuales 53 contienen la cadena de texto te mando un mu.
En qué hora se me ocurrió mencionar a la puta vaca esa...

  • ay va o ahi va
  • Ay babilonio que mareeea...

  • caballos apareandose en el cine
  • ¿¿Entre las butacas??

  • coplay,evanescence lamochila azul
  • Cómo puede mezclar alguien en la mísma búsqueda esto, esto y esto

  • cortar comisura labios
  • Uggg... espero que sin querer...

  • destintado el boli en la boca
  • Échate tippex

  • gusanos apareandose
  • Las parafilias nos sorprenden más y más cada día...

  • juegos de gueimboi
  • No. Sorry. Aquí sólo hablo de juegos de Pecé y de Güi.

  • muerdo padrastros en dedos
  • Espero que sólo en tus propios dedos...

  • peluche spidercerdo el cerdo
  • Si encuentras el de Spidercerdo el dromedario avisa, que está agotado en todas partes...

  • soñarse con cama teniendo las tablas podridas
  • ¿Has probado a cambiar las sábanas? Igual lo podrido no son las tablas... Por cierto, curioso lo de "soñarse"

  • videos dr caballos apareandose
  • ¿¿El doctor caballos?? Será veterinario, por lo menos...

  • zombie logos éscritúra
  • Unos no ponen tildes, y otros las ponen todas...

Clásicos sanos

Hace mucho muuucho tiempo de la primera vez que lo ví. Tanto, que en la caja (porque por aquel entonces los juegos de PC venían en una caja de cartón grande) ponía como requisito que necesitaba ratón para ser jugado. Lo descubrí la misma tarde que el "Día del tentáculo", otro juegazo mítico. Sin embargo este era otro estilo, era el primer juego de simulación que probaba, y los gráficos eran excepcionales. Su título: "Theme Hospital"

El juego consiste, como parece previsible, en planificar y dirigir una serie de hospitales, hasta cumplir unos niveles mínimos de reputación e ingresos. La construcción de las consultas, la inversión en investigación, la contratación del personal e incluso la distribución de las máquinas de Coca-cola son tu responsabilidad. Ah, y por supuesto, la curación de los pacientes.


Desde mi punto de vista lo mejor del juego es lo divertido que es. Las enfermedades son disparatadas. Entre otras tenemos el "Síndrome de Rey" que hace que el paciente se pasee vestido de Elvis (y algunos pueden llegar a morir de eso); la descomposición que aparece como debida a comer pizza del suelo de la cocina; o mi favorita, la úlcera gástrica, cuyos síntomas son "El paciente no tose, pero tampoco tiene paredes en el estómago".

Legiones de pacientes aquejados de todas estas y mas, pasaron hace años por los hospitales que construí en mis viejos ordenadores, hasta que el Theme Hospital cayó en el olvido sustituido por juegos más modernos y vistosos. Pero el otro día me enteré de que existía para PSP y ya me he hecho con él. Se controla bastante peor que con el ratón, pero la esencia es la misma. Y es que está demostrado, tanto en la medicina como en los videojuegos, por muchos avances que haya, a veces lo mejor es lo tradicional.

Hombres-reloj de pulsera

No aprendo. Cada vez que lo intento cosecho un nuevo fracaso, pero pese a ello, voy a ser perseverante y volver a intentarlo. Voy a intentar promover de nuevo una quedada con ustedes vosotros los lectores para acercarnos el próximo viernes al estreno de Watchmen.

Como ya os conté cuando lo devoré en Agosto, Watchmen está considerada como la más prestigiosa de las novelas gráficas. Un comic de los que no son para niños pero que debería estar recomendado en los institutos.
Pues 23 años después de su publicación, el cómic da el salto a la gran pantalla de a través de la lente de Zack Snyder, quien ya adaptó 300 con gran éxito de crítica y abdominales.






La película en cuestión, tras una pelea por los derechos que parecía que iba a mandar al carajo todo el proyecto pese a estar ya rodado y postproducido, iluminará las pantallas de todo el mundo este viernes. Y llamadme friki si queréis, pero por lo poco que he visto en los trailers y tal, me gustaría no esperar mucho más para verla.

Así pues, vuelvo a intentarlo. Lectores del ventanuco de Madrid y/o alrededores ¿qué os parece si nos juntamos el viernes noche e intentamos asistir al estreno en el Kinépolis? Si lo veis factible, podéis dejar comentario por aquí, mandarme mail o en el caralibro o en el medio que más os apetezca. A ver si esta vez la cosa prospera y nos vemos el viernes vigilando a los vigilantes...

Crónicas desde la vida real, año I

Tal día como el que debería haber sido hoy, pero el año pasado quedó escrito en la historia como el primer día de mi vida fuera del nido paterno. Un momento que ahora parece quedar muy lejos, pese a que este primer año en el lado independiente de la vida se ha pasado a una velocidad increíble. Como siempre que se alcanza u número redondo de algo, o que se celebra un aniversario es tradición lo de hacer una retrospectiva, no voy a ser menos...

Echando la vista atrás a este año, hay dos conceptos clave que lo resumen. Libertad y Responsabilidad. Es estupendo lo de ser absoluto dueño de tu tiempo y de tu espacio. Poder ir y venir a placer, organizarte tu tiempo sin restricciones y sin esperar/temer reproches. Poder dejar algo en un sitio y saber que cuando vuelvas de trabajar seguirá ahí...
Pero de igual manera, muchas cosas que antes se hacían solas ahora recaen en tu jurisdicción, y has de sacrificar parte de tu tiempo para llevarlas a cabo.
Podríamos decir que se tiene menos tiempo libre, pero que a su vez este ahora es totalmente libre.

Camisas
Las responsabilidades puedes administrarlas a tu gusto. Si un día no te apetece planchar, no planchas. Pero una mañana abres el armario, ves que lo único colgado es el "Polil" y entiendes que no tienes más remedio que ponerte a domar arrugas.
De vez en cuando hay que hacer zafarrancho y sacrificar una jornada para poner todo en orden, y cuanto más tardas, más tienes que currar. Hoy por ejemplo he estado aspirando pelusas, y debajo de una he encontrado una mandíbula de Homo Antecessor.
Y luego están las responsabilidades con las que no contabas cuando te independizaste, como el recibo del seguro de hogar, las reuniones de vecinos, labores de pocería ocasionales...

Lo de poder organizar fiestas en tu casa, o que venga alguien y tener que cocinar o aunque solo sea sacarle una cerveza de la nevera está a caballo entre la responsabilidad y el ocio. Saber que tu casa es una alternativa más para pasar las noches de amigos es una sensación estupenda, y ver que la gente se lo pasa bien, es toda una recompensa. Espero que en este año 2 sea una de las cosas que aumente con respecto al uno. Y a ver si me activo de una vez y empiezo a recuperar iniciativas que han caído en el olvido. Tengo los medios, y ahora la experiencia suficiente. Ahora que sólo yo marco los límites, tengo que ponerlos mucho más lejos.