La ciencia en España no necesita tijeras

Imaginemos un día cualquiera: La crónica política no da para más, en el mundo no ha habido desastres, no hay pandemias ni cortinas de humo en efecto, y Cristiano Ronaldo ha tenido un día rutinario... Con todo esto los redactores de cualquier cadena de televisión han conseguido llenar 35 minutos, pero quedan otros diez hasta llegar a la información meteorológica. Se añade un toque de publicidad de alguna película en la que ha invertido la cadena, pero quedan 5 minutos más...
No queda más remedio, hay que recurrir a la ciencia.

Ya sea algo tan "al alcance de cualquiera" como el clásico concurso de robots de la Universidad de Alcalá, algo importado de otro país como un nuevo robot Japonés capaz de algo sorprendente, o alguna operación de la NASA. Puede que sea algún avance médico patrio como un nuevo y audaz trasplante...
Independientemente del origen y naturaleza de la noticia, el ser catalogada como ciencia la relega a los minutos de la basura de la información. El trozo de informativos que nadie ve. En otras palabras, se vende la noticia desde la irrelevancia.

Seguramente este mismo destino habría tenido la noticia de la medida planeada por el gobierno de recortar la partida presupuestaria dedicada al I+D+I entre un 15 y un 37%. Pero hay un montón de gente, entre la que me incluyo, que no nos conformamos ni con los 5 minutos de telediario, ni con una I+D+I con recortes. Y humildemente, vamos a intentar hacernos oir hoy día 7. Aparentemente con algo de éxito.


Nos encanta llenarnos la boca de los éxitos de los científicos españoles. Hablar de sus grandes logros. Creo que salvo en lo tocante a la medicina, la mayoría de los logros que trascienden vinculados a un científico español, lo están también a laboratorios o centros extranjeros. Pedro Duque, por ejemplo, tuvo que empezar trabajando en Alemania. El famoso KERS de la Fórmula 1 lo ideó Isaac Prada, un español, que tuvo que irse a Renault a desarrollar su proyecto.

Son solo dos ejemplos de científicos que han tenido que emigrar para poder innovar, pero estamos rodeados de becarios de ciencia que no llegan a fin de mes. Laboratorios y centros de investigación que se nutren de subvenciones Europeas. Conozco a muchos compañeros del sector de la informática que se sienten limitados siendo una pieza de un engranaje y que tienen muchas ideas, pero que no tienen más remedio que aguantar con un ojo puesto en las ofertas de empleo confiando en que la oportunidad surja, aquí o en el extranjero.

Puede que solo sea una voz más, y que no esté a la altura de los blogs de ciencia que hoy se suman a la iniciativa, pero tengo más que claro que la ciencia en España es el eterno segundo plato. El que viene en los telediarios detrás del deporte. Al que se recurre cuando el resto del modelo económico no funciona.
Queremos que nuestro barco avance, pero a la vez le redondeamos la quilla. Mal.
La mejor alternativa para llegar al grupo de cabeza es que nuestro barco sea el mejor preparado, y que contenga a TODOS los marineros posibles. (Y si es posible, que tiren de una vez los ladrillos por la borda)

0 comentamientos: