Dudas razonables

Me da mucha rabia la gente que no razona. La gente que se obceca en defender una postura o ideología pese a que otros le planteen hecho irrefutables que la desmontan. Un buen ejemplo de esto son los árbitros que pitan al Cholote F.S. los sábados, que les enseñas el moratón y encima te llevas una tarjeta amarilla... Pero el ejemplo del que quiero hablar lo ví en el cine el viernes, era parte de la película "La Duda".

Sor Aloysius (Meryl Streep) es la estricta directora de un colegio religioso. Ella basa su gobierno en el miedo a su figura como directora, y en las interpretaciones más restrictivas de los textos sagrados. El Padre Flynn (Philip Seymour Hoffman), párroco y rector de la escuela, tiene una visión más moderna de la iglesia y lo que representa y desde sus clases intenta inculcar estos nuevos valores a los alumnos. Esta rivalidad se convierte en guerra abierta cuando un suceso tiene lugar en el despacho del Padre Flynn y Sor Aloysius le acusa frontalmente sin tener prueba alguna.



La película, sin más efectos especiales que un guión casi lineal, va planteando acertijos morales que mantienen al espectador enganchado a la historia. ¿Es correcto hacer algo malo para dejar al descubierto algo que es peor? ¿Es correcto basar todos tus argumentos en nada más que tu propia intuición? La sombra de los acontecimientos que se sugieren es demasiado oscura para ponerse del lado del Parre Flynn, pero las formas que gasta la Madre Superiora la dejan en evidencia... Y no hay pruebas que demuestren ni lo uno ni lo contrario.

Saliéndonos de los personajes y centrándonos en los intérpretes, vaya dos pesos pesados se han ido a encontrar. Tanto Meryl Streep como Philip S. Hoffman son de lo mejorcito que hay ahora mismo en el panorama interpretativo. Y ellos casi solitos sostienen todo el peso (y es mucho) de la película. El resto recae en Amy Adams, Sor James, que le disputa a "Pene" el Oscar a mejor actriz secundaria, y yo la veo posibilidades.
Resumiendo, una peli de las de pensar y de las que merecen la pena. Sin Duda.