Solo chapada en oro

¿Habeis salido de casa últimamente? Entonces seguro que habreis visto que de repente la ciudad está llena de bombillitas de colores. Pues resulta que eso significa que es casi navidad. Y en navidad no solo es típico poner lucecitas de colores en las calles y los balcones, también es tradición que se estrenen películas para que los niños y no tan niños vayan al cine en sus vacaciones.
Una de las apuestas nevideñas 2007 es La brújula dorada, y el viernes fui yo el niño que la vió.

Objetivamente, de la película se puede contar que se desarrolla en un mundo paralelo al nuestro: Lyra Bellaqua, una niña preadolescente, sobrina de un aventurero se ve inmersa en una aventura que la llevará de su Oxford paralelo, hasta más allá del círculo polar ártico donde se desencadenarán acontecimientos trascendentales.


Subjetivamente. Una niña empieza un viaje al norte, primero porque le apetece, luego porque no tiene más remedio y luego para salvar a un amigo. En este viaje descubrirá lo que es "el polvo" que podríamos describir como "un campo de energía creado por todas las cosas vivas. Nos rodea, nos mantiene y une toda la galaxia.". Y el viaje está salpicado por encuentros con animales que hablan, rubias malvadas, y osos polares.
Resumiendo, es un refrito entre "La historia interminable", "Matrix", "Star Wars" y "Las crónicas de Narnia", pero un poco sin pies ni cabeza.

Ahora bien, para pasar un par de horas entretenido sí que vale. Si para ello hay que pagar seis eurazos... pues me lo pensaría un par de veces. Pero vamos que no es tan melosa como cabría pensar al principio y, si tienes unos sobrinitos a los que llevar a Cortilandia, por un poco más los puedes llevar al cine y con un poco de suerte consigues que les entren ganas de leerse el libro.