El primer día dices, «¡Que guay, galletas!» y te coges unas pocas "tostarricas" y tan feliz. De hecho, empiezas a aficionarte y te hace ilusión hasta abrir la nueva caja para poder quedarte con el juguetito en cuestión. Porque no sé si recordareis que lo divertido de las TostaRica además del dibujo sobre la galleta son los recortables o mandangas varias que vienen en la caja. Pues eso, que te aficionas y acumulas -por poner un ejemplo- 11 totems de hermano oso, 6 pegatinas de la peli de Robots y tres tangrams de Chicken Little.
"Estoy harto, me voy a hacer Monstruo de los Chocobollos"
Si no te gustan las Tostarica no te preocupes, tienes Chiquilín. Algo más gruesas e intragables a palo seco pero que se pueden aceptar bien con el café. Lo único que estas no traen regalo, y son todas iguales, no tienen divertidos dibujos.
Pero a lo que voy... cuando llevas 6 meses a base de galletas empiezan a dejar de tener gracia y las abandonas, aunque luego siempre acabas cayendo, porque según a qué horas aprieta el hambre y recurres a cualquier cosa. Ahora bien, cuando van para dos años los que llevas subsistiendo con TostaRica ya puede venir el guernica al oleo en cada una que no quieres ni verlas. Y las chiquilín igual, que casi puedes leer como si fuera braille lo de Artiach que llevan en la superficie...
Señores jefes... renovarse o morir... ¿¡han oido hablar de las María Fontaneda!?
Encima ayer me entero que compran Napolitanas Cuétara y las reservan para los consejos de administración. Hombre por dios, para esa gente que compren unas danesas de mantequilla que aunque valen un poco más puedes reciclar la caja, ¡y repartan las napolitanas entre el necesitado populacho!
4 comentamientos:
No te dejes engañar. Las Napolitanas son Tostarrica con azúcar por encima: tienen el mismo formato sólo que sin dibujito.
Mejor los chocobollos
Nunca lo había comentado pero ese fue el verdadero motivo por el que cambié de aires.
De hecho, y esto es totalmente verídico, no he vuelto a probar una chiquilín o tostarrica desde hace año y medio. A veces me ha entrado el mono al pasar por el pasillo de las galletas del Alcampo, pero de momento lo voy superando.
Veo que voy a decir lo mismo pero... ¡¡nunca he vuelto por esas galletas!! Mira que antes me gustaban... pero ahora... Es coger una arrrrgggggg !!!
La verdad es que nunca me fijo en los dibujos de las galletas... Solamente las devoro... Sobre todo las Chiquilín, que caen de ocho en ocho... A ver si así arruino a la empresa...
Por cierto, Ucedaman, el otro día había pizza en la cocina. Fue una innovación gastronómica harto placentera...
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