Pero oye, para no hacer cumplido los 25 hay que ver la de cosas que ha hecho la jodía ¿eh? Empezó grabando videoclips de niña buena, y nos demostró que es cierto que la cámara engorda. Para el segundo vídeo había engordado dos tallas de pecho.
Luego entró en una espiral de hormonamiento o algo así y cada vez que se volvía a saber de ella era más guarrilla (o más ligera de cascos, según se mire) Que si era una esclava... que si era tóxica... y en todos los vídeos frotándose con todo, como un koala marcando el territorio.
"Ojalá tuviera un pony..."
Mi teoría es que antes de cada grabación le metían un chute de hormonas y estaba más digamos... propensa, que el pico'una mesa. Y así le ha pasado, uno no puede mantener una fachada de persona virginal hasta el matrimonio, si al día siguiente tienes que untar de aceite un maromo mientras llevas un traje de vinilo rojo más apretado que los tornillos del Nautilus.
Así que al final lo cogió con ganas, se caso, lo cató y se divorció en menos de 24 horas. Pim pam pum bocadillo de atún. Y ahora tras un segundo matrimonio también fracasado aunque con hijo, la pobre Britney se va arrastrando por ahí de fiesta en fiesta de la mano (y de lo que no es la mano) con Paris Hilton. Y como ya no canta un peo, no la queda dinero ni para unas princesa de algodón.
Todo eso antes de los veinticinco. A ver si me pongo a su altura este fin de semana, que es el último que me queda con 24.
1 comentamientos:
Hace mucho que no paso por aquí (ya sabes el motivo, sorry) pero me ha encantado la vuelta. Me parto con el post! jajaja
Por cierto, sobre mi huérfano-blog: gracias!
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