Una vida sin Emilio

Algunos de los lectores os quedareis igual si hablo del POP3 y del SMTP. Pero os aseguro que la inmensa mayoría lo usais a diario. SMTP son las siglas para Simple Mail Transfer Protocol y POP3 las de Post Office Protocol 3. Lo que vienen siendo los dos protocolos que usais para enviar y recibir correo electrónico (vulgarmente conocido como e-mail y más vulgarmente como emilio).

Hace unos días hablando con gente nueva dije "Dame tu e-mail y te mando las cosas" y me quedé patidifuso cuando me contestaron "No tengo e-mail". Lo flipé, y es que el problema es que solo me junto con gente de mi sector, en el que no solo la gente tiene su ordenador con conexión a Internet, sino que tienen todo tipo de artilugios auxiliares frikísimos (e.g. lanzamisiles usb). Pero hay gente en el mundo que todavía no tiene internet en casa. Pudiendo, claro, hay quien no tiene porque a telefónica no le sale de los PTR's.

Macna.mara.com@.maripuri.maricon.contacón

Pues sinceramemte... yo ya no podría vivir sin internet o en su defecto sin correo electrónico. No solo es el blog, sino mil cosas que ahora hago desde casa en un momento que me costaría horrores hacer del método tradicional. Este año he hecho cinco viajes y no he pisado una sola agencia de idems. Me he apuntado al master de Java via correo electrónico y de hecho he completado la primera parte con éxito a través de teleformación.
Y qué decir de las relaciones humanas. Me mantengo en contacto por correo con un montón de gente con la que he compartido horas y horas de trabajo y no nos habíamos dicho ni la centésima parte de lo que nos hemos dicho a posteriori. Llevamos una peña quinielística por correo. Hemos montado quedadas por correo, hemos comprado 60 microbios de peluche por correo...
Claro que el contacto en persona es lo mejor, muchas veces salvo que añadas una sonrisita o una cara triste, la ausencia de tono en las frases escritas puede provocar malentendidos. Y para arreglar muchas cosas nada mejor que una llamada a tiempo. Pero creo que nadie debería privarse de esta vía de comunicación capaz de darnos tan buenos ratos y si no... imaginad un día sin e-mails.