Se llevan y traen el sol

Un montón de corrientes religiosas y filosóficas perciben la vida como una constante renovación. De hecho el 97% de los átomos que nos componen se regeneran cada tres días. Por eso siempre es grato reencontrarse con las cosas que ya han pasado y revivirlas, de una u otra manera.
Un manera, por ejemplo es releerse libros que nos gustaron de pequeños, y es que ¿por qué limitar la buena literatura infantil a los niños? Ya he releido varias veces "La Historia Interminable" o "Matilda", y ahora a mi edad, me han descubierto por primera vez otro buen libro para niños: "Los escarabajos vuelan al atardecer"

Es un hecho en el que se fijaron los antiguos egipcios, los escarabajos volaban cuando el sol se ponía, e hicieron pensar que eran ellos los que se llevaban y traian el sol. Un símbolo más de la renovación de la que os hablaba al principio.
Pues estos duros insectos salpican la historia que narra el libro de la sueca Maria Gripe (fallecida este año, al parecer), una historia para niños y protagonizada por niños, pero llena de pinceladas de las que se disrutan más un pelín crecidito.


La acción se desarrolla en Suecia, donde tres niños quedan a cargo de las plantas de una casita de campo, y como no se pueden ver quietos, empiezan a descubrir cosas, a tirar del hilo y la cosa se va liando. Como buen libro de niños, las situaciones comprometidas se solucionan (o no) con apariciones misteriosas de última hora y todo eso. Pero no es obstáculo para que te tengas que leer las últimas 100 páginas casi del tirón.

Igual vosotros ya lo habeis leido y os ha parecido ñoño, o lo leisteis cuando ibais al cole y os apetece rebuscarlo por casa. No sé. Lo que sé es que me lo he devorado en solo un par de semanas, y eso es muy buena señal. Además, si os lo leeis en menos de 15 días hasta lo podeis coger en la biblioteca del barrio.
¿Y qué mejor época que la navidad para sentirse niño de nuevo?