Hay que montarse en avióoounnnnn buen rato

Ya lo decían los chanclas: mia que está leho Japón. Si lo quieres vé en una bola'r mundo, le tienes que dá la vuerta al mundo entero. Y la verdad es que si hay una pega que sacar a todo el asunto del viaje, es lo largo del mismo. Pese ha haber planificado un viaje de 11 días, dos días se pierden enteros en ir y volver, así que apenas tienes nueve para disfrutar. Y del primero casi ni te enteras gracias a las bondades del Jet Lag. Saliendo a las 10 de la mañana hora española, llegamos a Tokyo a las 9 de la mañana hora nipona, con todo el día por delante, y con todo un día ya encima de nuestros párpados.

Lo ideal es dormir en el avion, pero no es precisamente fácil si eres como yo, que necesitas un mínimo de horizontalidad para descansar. Y eso que tuvimos bastante suerte en el vuelo de ida, puesto que nuestros asientos eran los situados delante de las salidas de emergencia, así que no teníamos asientos delante. Podíamos estirarnos cuanto deseásemos, pero en compensación, la anchura del asiento era más bien justa. Pero aún así, dos o tres cabezadas se dieron, aunque de apenas media horita cada una.

Coca Cola La-thai

Lo bueno es que para amenizar, cada dos horas aproximadamente nos agasajaban con comida. Al poco de salir nos pusieron la comida, más tarde un helado, y a medianoche (pero según nuestros cuerpos, hora de merendar) nos trajeron dos chopedbollos. Ya llegando, nos trajeron un desayuno. Y a la vuelta algo parecido, la comida al poco rato, helado y más tarde una pelota de arroz rellena envuelta en nori. Y el líquido que no faltara, sin darte cuenta acumulabas varios vasos del agua, zumo y café que te ofrecían.

Para entretenerte dispones de una pantalla con un mando multifunción, que puedes usar para jugar a los juegos que hay en el sistema (sudoku, mah-jong, hundir la flota, tetris...) o simplemente para ponerte una peli (La duda, Slumdog Millionaire) o música tanto clásica como novedosa. Aunque claro, si eres como yo y tienes asiento de ventanilla, las horas se te van a pasar mucho más rápido mirando por ella que a la pantalla. Y más si resulta que la ruta de retorno es por el océano ártico.


Los sobrevolantes del círculo polar

4 comentamientos:

Brie dijo...

ooohhh, cuanto hielaco!! viste algún oso polar? (pelín lejos, lo sé). Oye, cómo mola eso de poder ver pelis de este siglo y jugar en el avión, se lo han currado! qué compañía era? besitos

Ucedaman dijo...

@Brie:
La Swissair, y me temo que no vimos bicho alguno en lo que duró la travesía. No sé si por lo de volar a 11000m, o porque directamente no hay vida a esas latitudes.

Y sí, además las pelis las cambian cada mes. Y como fuimos en marzo y volvimos en Abril ¡Programa doble!

Anónimo dijo...

Me apuntaré todos los detalles por si algún día hago el viaje...

Pero, ¿aun tenías piernas a la vuelta en un asiento normal? :S

David dijo...

Debo decir que si no puedes dormir en vertical es que no estas adaptado al medio, Darwin tendría algo que decir al respecto.