Ya me he cableado

Los ingleses tienen un dicho muy chulo (a mi juicio) para referirse a esas cosas que una vez sacadas de su embalaje original es imposible volver a guardar. Dicen que es como abrir una lata de gusanos.
Me acabo de acordar de este dicho hace un rato intentando devolver la Wii a su caja porque hoy empieza su Wiiaje por las distintas casas de todos los ansiosos por probarla. En un rato será llevada a Getafe a casa de Sesio y mañana va a Fuenlabrada a casa de El Miguelo.
Y es que no hay manera. Los de nintendo han sido perfeccionistas hasta en la caja y todo tiene su espacio definido y no cabe en ningún otro hueco. De hecho la caja es para verla, la abres y dentro tiene dos cajones con tiradores y todo. En uno van los mandos, las instrucciones y la barra sensora y en el otro la consola en si misma, el transformador y el resto de cables.

Les quitas el alambre ese como el del pan bimbo y se te rebelan

Y es que los cables son traicioneros, porque los ves flexibles y finitos pero si no los doblas en el mismo orden y por el mismo sitio que los dobleces originales abultan el doble. Pasa como con los mapas, que parecen de papel simple, pero si los doblas mal parece se vuelven el triple de gruesos.
Me pregunto si esas maneras de doblar las cosas se estudian en algún sitio, ¿habrá algoritmos especiales para calcular la manera ideal de doblar algo de forma que ocupe el mínimo espacio? ¿Será una tradición oral japonesa heredada de los grandes maestros del origami? ¿En alguna planta de embalaje habrá gente que trabaje de dobladores, como Bender? ¡Puede ser el sueño de cualquier friki!

Tras varios forcejeos he acabado metiendolo todo en su sitio, pero ahora la caja es como si tuviera chepa.