La novedad de lo mismo

No voy a buscar lo que escribí el año pasado en un día como el de hoy, pero apuesto a que el sentimiento era similar. Llega Septiembre y con el el regreso a las rutinas que tanto odiábamos en Junio y que tanto júbilo nos supuso dejarlas atrás durante tres meses. La travesía del somnoliento agosto nos ha dejado (o debería habernos dejado) repletos de descanso y con las pilas cargadas para el curso 2008/2009

A decir verdad, hoy, y puede que sólo hoy, esa afirmación es cierta. Hoy cuando el despertador sonó a las 6 de la mañana, me levanté sin más. Sin necesidad de arrastrarme por las sábanas hasta el suelo. Estaba descansado, y con ganas de emprender cosas nuevas. Luego en el trabajo me han frenado un poco la positividad, pero queda lo suficiente.

Lo peor, levantarme por la mañana y que ya no esté amaneciendo :(

Puede que solo sean buenos propósitos que quedan en nada, como viene siendo ya costumbre, pero de repente, el tiempo que antes se sentaba conmigo en el sofá a ver reposiciones en la tele, ahora corre en mi contra. ¡Tantas cosas que hacer, y tan poco tiempo!

Las primeras cosas que hacer han sido las de siempre, colocar las cosas tras la vuelta de vacaciones, preparar la lista de la compra, planchar... ¡Pero hasta eso es bienvenido tras los días aburridos de no hacer nada!
Como decía, supongo que se me pasará en breve, pero me encanta sentir de nuevo ilusión por lo que el resto del año es gris. Ojalá me equivoque, y me dure el entusiasmo hasta la primavera.