Se han acabado las vacaciones para muchos (yo tengo un as en la manga para dentro de 17 días, jejeje), se han acabado los programas de refritos en la tele y las reposiciones de series... y el tema que nos atañe hoy: Se han acabado las siestas después de comer.
Tras tres mesecitos de jornada de verano -Aquí es cuando alguien exclama ¡Que morro! Pero si los tengo es porque curro de más el resto del año- a partir del próximo día 15 comienza de nuevo la jornada de día entero. Con tu ratito para comer en la oficina y dentro de nada, saliendo de la misma cuando ya es de noche, cosa que odio. La sensación de que te pasas las pocas horas de luz natural bajo techo y con luz artificial me resulta de lo más descorazonador.
Pasar de la siesta al curro en la sobremesa requiere un periodo de adaptación

Supongo que no queda más que resignarse y aceptar que la rutina Otoñoinvernal se impondrá a partir de la semana que viene. Como bien decía Mangamoncio hace unos días, se acaba lo de salir de currar y ver el andén del cercanías repleto de pantalones piratas y hombros desnudos. Yo como último homenaje hoy, medio aposta medio en serio, me he marcado una siesta de 220 minutos. A ver si los próximos 9 meses se me pasan igual de rápido.
3 comentamientos:
Ventajas.... hmmmm... hmmmm... (24h después) .... hmmmm.... hmmmmmm
Hmmmmm... Hmmmmmm... Hmmmmmm...
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(n_n)
La siesta es el mejor invento de la humanidad, eso está claro. Yo inventaría el día nacional de la siesta o algo así... y si es siesta con babilla, mejor :D
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